31.12.08

Su nombre no importa

Cuenta una antigua leyenda que
un ángel le dijo a Dios:

-Dices que me vas a enviar mañana a la Tierra pero

¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?
-Entre los muchos ángeles de gran corazón elegí uno para ti.
Él te cuidará.

-Pero aquí en el cielo soy muy feliz,
no hago más que cantar y sonreír.
-Tú ángel te cantará y sonreirá siempre,
y serás muy feliz.

-Y ¿cómo entenderé cuando la gente me hable si no
conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
-Tu ángel te dirá las palabras más dulces y tiernas, y
con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.

-Y ¿qué haré cuando mi cuerpo enferme?
-Tu ángel te cuidará noche y día,
hasta que vuelvas a jugar y bailar.

-¿Y si me siento sólo en un mundo tan extraño?

-Nunca te sentirás sólo en el mundo porque tu ángel siempre estará contigo.

Incluso si algún día encuentras tu misión en la vida y partes lejos,

tu ángel estará contigo en la distancia,

pues tu corazón será su corazón.

En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo;
pero ya se oían voces terrestres.

Y el niño presuroso repetía suavemente:

-Dios mío, si ya me voy, dime:
¿cómo se llamará mi ángel?
-Su nombre no importa,

tú la llamarás...

“Mamá”

30.12.08

Colegios Unidos del Mundo

Recientemente me he enterado de que existe esta fundación que ofrece educación en Bachillerato Internacional en diferentes lugares del mundo, con la misión de promover una educación intercultural, la responsabilidad, el respeto y la diversidad. Me parece una experiencia única y muy interesante; básicamente se ofrece la posibilidad de cursar el bachillerato en países como: Canadá, EEUU, Costa Rica, Venezuela, Gran Bretaña, Noruega, Hong Kong, India, África del Sur... Los estudiantes viven en residencias donde comparten habitación con otros chicos o chicas de diferentes nacionalidades. Cada dos años se convocan 10 becas que cubren todos los gastos (exceptuando el viaje) y que se condecen tras pasar por un riguroso y completísimo proceso de selección donde el estudiante tendrá que demostrar su excelencia, no sólo en lo académico sino también en lo personal.


"Colegios del Mundo Unido tiene sus orígenes a finales de los años cincuenta y se basa en las ideas del conocido pedagogo Kurt Hahn, fundador del Colegio Salem en Alemania, el Colegio Gordonstoun en Escocia y el Outward Bound Trust. Kurt Hahn había sido invitado a participar en el NATO Defense College donde comprobó que antiguos enemigos de varias naciones estaban trabajando juntos por una meta común. Con otros compañeros (algunos de ellos oficiales militares) Hahn se dio cuenta de todo lo que podría hacerse para superar la hostilidad de la Guerra Fría si jóvenes de diferentes naciones pudiesen ser educados juntos y de forma similar. Vislumbró un colegio para estudiantes de entre 16 y 18 años, ya formados en su propia cultura pero suficientemente moldeables y abiertos como para aprender de otras. Procedentes de todas las naciones, los estudiantes serían seleccionados en base a su mérito y potencial, independientemente de su raza, religión, nacionalidad, procedencia o recursos económicos."

20.11.08

Pornografía Infantil NO

A Través de la Infancia se suma a esta Campaña en contra de la pederastia y pornografía infantil. Hoy 20 de Noviembre se celebra el Día de los Derechos de los niños, recogidos en la convención internacional de la ONU en 1989; estos son:

1.- Derecho a la igualdad.
2.- Derecho a desarrollarse en condiciones dignas.
3.- Derecho a un nombre y a una nacionalidad.
4.- Derecho a la sanidad.
5.- Derecho a la integración de todos los niños diferentes.
6.- Derecho a crecer al amparo de la familia.
7.- Derecho a la educación y al juego.
8.- Derecho a recibir auxilio y protección.
9.- Derecho a la protección contra los abusos.
10.- Derecho a formarse en un mundo solidario.

Medidas preventivas contra la pederastia infantil

Prevenir el abuso sexual infantil es una tarea difícil para los padres, cuidadores, y la sociedad en general, aunque todos debemos estar involucrados en ello. Los padres y demás adultos cercanos al niño, antes de saber el grado de equivocación con el que hacen las cosas, han de tener la oportunidad de hacerlas bien. Los padres a menudo ignoran el modo en el que han de enfrentarse al cuidado de sus hijos y sus necesidades, lo que hará que el niño sea un aprendiz a través de ensayos y errores. Antes de considerar medidas preventivas más directas, los padres deben primero promocionar el buen trato a los niños. Es decir, reconocer al niño como persona y sus derechos, respetar el desarrollo evolutivo del niño, establecer empatía y comunicación efectiva con él, crear un vínculo afectivo e interactivo, y resolver sus problemas de una forma positiva y no violenta.

¿Qué puedes hacer?

- Dile a los niños que “si alguien trata de tocarte el cuerpo y de hacerte cosas que te hacen sentir raro, dile que NO a la persona y cuéntamelo enseguida”.

- Enseña a los niños que el respeto a los mayores no quiere decir que tengan que obedecer ciegamente a los adultos y a las figuras de autoridad. Por ejemplo, no les digas “siempre tienes que hacer todo lo que los adultos te manden” ni les obligues a besar a otros en contra de su voluntad.

- Habla claro con tu niño o niña sin tabúes ni prejuicios sobre los temas de la sexualidad y explícale que “son juegos de adultos”.

- Explícale la diferencia entre una expresión de cariño y una caricia sexual.

- Escucha sus dudas y responde a sus preguntas con sencillez y serenidad.

- Demuéstrale confianza para que exista una mejor y mayor comunicación.

- Deposita confianza en el niño si te comunica que está en riesgo de ser abusado sexualmente y protégele con todos los medios a tu alcance.
- Demuéstrale aún más tu cariño y afecto.

¿Qué le puede pasar a un niño/a si sufre un abuso sexual?

El papel de la familia es esencial en la recuperación física y emocional del niño que ha sufrido de abuso sexual. La atención que se le ha de proporcionar a este niño no debe únicamente centrarse en el cuidado de sus lesiones físicas, sino debe ser coordinada entre distintos profesionales dándole también atención psicológica. El niño que sufre o sufrió algún abuso sexual sufrirá consecuencias de corto y de largo plazo.
El Manual de Prevención del Abuso Sexual Infantil, publicado por Save the Children, expone las siguientes consecuencias:
- Físicas: pesadillas y problemas de sueño, cambios de hábitos de comida, pérdida de control de esfínteres.
- Conductuales: Consumo de drogas y alcohol, fugas, conductas auto lesivas o suicidas, hiperactividad, bajada del rendimiento académico.
- Emocionales: miedo generalizado, agresividad, culpa y vergüenza, aislamiento, ansiedad, depresión, baja estima, rechazo al propio cuerpo.
- Sexuales: conocimiento sexual precoz e impropio a su edad, masturbación compulsiva, exhibicionismo, problemas de identidad sexual.
- Sociales: déficit en habilidades sociales, retraimiento social, conductas antisociales.
Existen consecuencias de la vivencia que permanecen o, incluso, pueden agudizarse con el tiempo, hasta llegar a configurar patologías definidas. Por ejemplo:

- Físicas: dolores crónicos generales, hipocondría o trastornos psicosomáticos, alteraciones del sueño y pesadillas constantes, problemas gastrointestinales, desorden alimentario.

- Conductuales: intento de suicidio, consumo de drogas y alcohol, trastorno de identidad.

- Emocionales: depresión, ansiedad, baja estima, dificultad para expresar sentimientos.

- Sexuales: fobias sexuales, disfunciones sexuales, falta de satisfacción o incapacidad para el orgasmo, alteraciones de la motivación sexual, mayor probabilidad de sufrir violaciones y de entrar en la prostitución, dificultad para establecer relaciones sexuales.

- Sociales: problemas de relación interpersonal, aislamiento, dificultades de vinculación afectiva con los hijos.

Lamentablemente, muchos niños y niñas en todo el mundo sufren abusos sexuales y padecen indefensos e impotentes a manos de su agresor. No podemos detener a todos los agresores, pero sí podemos proteger a la infancia de esta práctica. La clave: respétales y les enseñarás a respetarse a sí mismos; escucha su opinión y así alzarán la voz; no pretendas que digan siempre sí, a veces decir NO puede salvarles.

12.11.08

Hablar de la muerte a los niños (2ª parte)

Para comunicar la noticia a mi hija, utilicé un cuento de “Caillou aprende a ser mayor” en el que encuentra un pajarito muerto y su papá le dice que el parajito se murió porque era muy viejito. Después le hablé de la muerte de la perra, que no había muerto por ser muy vieja sino porque se puso muy enferma y el veterinario no pudo curarla.
Estas son las preguntas que surgieron:

Pregunta: -Abuelita es vieja ¿se va a morir?
Respuesta: -Nooooooooo, abuelita es un poco vieja, pero hay que ser muy muy viejo para morirse.

Pregunta: -Abuelito es más viejo que abuelita, ¿se va a morir abuelito entonces?
Respuesta: -No, hay que ser muuuuucho más viejo. Los abuelitos todavía van a estar mucho tiempo con nosotros.

Pregunta: -¿Qué es morirse?
Respuesta: -Morirse es cuando el cuerpo deja de funcionar, y ya no respira, ni late el corazón, ni se mueve.

Pregunta: -Tú estás enferma, ¿te vas a curar o te vas a morir?
Respuesta: -Yo estoy malita de catarro y me voy a curar enseguida. Cuando nosotros nos ponemos malos son cosas pequeñas que se curan. Xana se puso enferma de algo muy grave que no se podía curar.

Pregunta: -¿Todos se mueren?
Respuesta: -Todos los animales y las plantas se mueren algún día, cuando ya están muy viejos, y luego nacen más plantas y más animales pequeñines.

Pregunta: -¿Dónde está Xana ahora?
Respuesta: -Está en las estrellas. Cuando alguien se muere, el cuerpo se entierra y la energía que tiene dentro sube al cielo y se transforma en una estrella.

Pregunta: -¿La gallina de Aida también se murió?
Respuesta: -Eso es, la gallina de Aida se murió porque era muy muy viejita. Igual que se mueren a veces los peces del acuario.

Pregunta-afirmación: Yo soy joven, yo no me voy a las estrellas.
Respuesta-confirmación: Nooo, tú eres muy joven.

Pregunta: -¿Todos están en las estrellas?
Respuesta: -Sí, todos están en las estrellas, brillan de noche para que podamos verles y nos cuidan.

Pregunta (la más inocente y bonita): -¿Me puedes bajar otro día una estrella para poder mirar dentro y ver bien a Xana?
Respuesta (igual de inocente que la pregunta): -Claro cariño, otro día.

Después de la tanda de preguntas, vino el duelo. Lloró su ausencia unas horas pero luego se le pasó y lo asumió. Ahora, cuando a veces llegamos de noche a casa, mira al cielo y me dice: “Mira mamá, ¡he visto a Xana!” y miramos juntas las estrellas.

Espero que este ejemplo personal pero creo muy ilustrativo pueda serviros si algún día tenéis que hablar de la muerte a los niños.

3.11.08

El chupete

En los primeros años de vida el placer se encuentra localizado principalmente alrededor de la boca, y vinculado especialmente a la lactancia. También la boca es el medio empleado para explorar y aprender (los niños se llevan todo a la boca, lo que les proporciona placer y nuevos conocimientos al mismo tiempo), y la parte del cuerpo sobre la que más control tienen en el inicio de la vida. La succión continua es, por lo tanto, una necesidad fundamental del bebé. Esta succión debe darse preferiblemente del pecho materno pero, en caso de haber recurrido al chupete por unos u otros motivos, la fase del "destete" se produce de la misma manera; y cierto día nos veremos obligados a decidir si "destetamos" bruscamente o esperamos a que él mismo lo decida. Aunque la voz popular recomienda quitar el chupete al niño como máximo a los 2 años, lo cierto es que hacerlo a esta edad, e incluso a los 3, suele ser complicado. Por un lado, esto se debe a que a esta renuncia al chupete viene a sumarse a las muchas otras renuncias que suelen darse en pocos meses (pañales, sillita, cuna, trona…); por otro, a que en esta se edad se produce una vuelta a la madre y, por lo tanto, mayores necesidades afectivas; y por último, a que el placer oral sigue siendo a los 2 años una necesidad.

El argumento principal que se utiliza para retirar el chupete a los niños antes de los 2 años son las posibles malformaciones dentales. Sin embargo, todos los artículos publicados en los tratados de odontología se refieren a la dentición temporal. En ellos se afirma que la succión continua no nutritiva durante más de 2 años produce cambios en la dentición temporal pero que siempre que el hábito se interrumpa antes del inicio de la dentición definitiva, las posibles maloclusiones o deformaciones del paladar se recuperan y vuelven a la normalidad en unos 2 meses.
Además, hay evidencias de que el uso del chupete es menos lesivo para la oclusión que la succión del pulgar, particularmente porque el chupete es abandonado de forma espontánea frecuentemente antes los 4 años de edad. La succión del dedo presenta un riesgo superior de prolongarse más allá de la edad preescolar, y por ello algunas autoridades recomiendan, para niños que demuestran necesidad de succionar, el uso de chupete.

En el caso de darse otitis medias de repetición, el uso del chupete puede ser un factor agravante de la situación y, en ese caso, se recomienda limitar su uso a los momentos en los que el niño va a dormir.

Eliminados, pues, los tan mencionados riesgos, no existe realmente ninguna necesidad de provocar una pérdida al niño de uno de sus principales objetos de apego. Probablemente, lo abandonará por sí mismo antes de acabar la educación infantil y, en caso contrario, a los 5 años contará con más capacidad de razonamiento y más armas emocionales para renunciar a él.

Todos hemos tenido algo (o alguien) por lo que sentimos un fuerte apego. Algo o alguien que nos ha proporcionado placer, que nos ha consolado en los momentos bajos, que nos ha acompañado como un amuleto cuando estábamos nerviosos, que nos ha hecho sentir mejor cuando estábamos enfermos. Seguro que se podría hacer una larga lista de los objetos más inusitados, y no digamos ya de las personas que han sido fundamentales en algún momento de nuestras vidas. A lo mejor alguien dijo alguna vez que no necesitábamos “de verdad” ese algo, que teníamos “demasiada dependencia”, que ya éramos mayorcitos para “eso” e, incluso, que sentir un apego tan fuerte nos perjudicaba.

Yo propongo que nos pongamos un poco en la piel de nuestros hijos antes de quitarles un objeto de apego que es realmente importante para ellos. Pensemos en si realmente le está perjudicando, en si está emocionalmente preparado o bien está atravesando precisamente en estos momentos una etapa complicada, en si se muestra muy apegado a ello o sólo recurre a él en ocasiones… Hay que valorarlo todo sin dejarnos guiar por lo que diga la gente. Porque desgraciadamente a veces les hacemos sufrir innecesariamente, tan sólo por no saber soportar la presión social, o por no contar con información veraz y contrastada sobre el tema.

30.10.08

Pídeselo a alguien que le importe

"Pídeselo a alguien que le importe", así se titula la entrada del maravilloso blog "África en el Mundo" que recomiendo a todos.
Se trata de una campaña de recogida de firmas para entregar a AlGore y conseguir su colaboración en la lucha contra el hambre de millones de niños. Sólo lleva un minuto y quedarás encantado/a con la web de la campaña.
Se calcula que en el próximo año, 150.000 niños morirán de hambre en Etiopía debido al aumento repentino del precio del tef (su cereal y alimento principal) y a la persistente sequía. 5,4 millones de personas en este momento necesitan ayuda. Y este es sólo un ejemplo de los muchos lugares en los que asola el hambre.
Si deseas colaborar activamente, ONG Mediterránea y África Directo tienen interesantisimos proyectos de colaboración en distintos puntos de África y del mundo.
Son ONGs sin vinculación política ni religiosa y cuyos ingresos de socios y donativos van a parar de forma limpia y en exclusiva a la ayuda humanitaria. NO TE QUEDES PARADO.

27.10.08

EL APEGO

Hablar de vínculo es hablar de lazo. Hablar de lazo es en primer lugar hablar de la instauración del lazo. Debemos rendirnos a la evidencia que la naturaleza de nuestras primeras relaciones influencia ampliamente el curso de nuestras relaciones futuras. En este primer periodo de la vida es cuando el niño aprende lo que se puede esperar de un ser humano.

Quiero destacar que cuando hablo de niño me refiero a ambos sexos y cuando hablo de madre me refiero a la persona que se ocupa del cuidado del bebé desde que nace y de forma principal. En este caso, hablo más de un rol aunque siempre es preferible que sea la madre biológica la que desempeñe este rol puesto que antes del nacimiento y en las horas inmediatas al mismo ya se va creando un vínculo importante que de otra forma se rompería y habría que reparar. El rol del padre (o persona secundaria en el cuidado del bebé) es el de apoyo y sostén de esa díada creada y necesaria.

1. Antes del nacimiento
La cuestión del vínculo afectivo comienza aún antes del nacimiento, a partir del momento en que los adultos proyectan tener un niño.
Una de las primeras cuestiones nos lleva al deseo de la pareja por el niño que va a nacer y al contexto en el que ésta vive. Se oye hablar del niño sorpresa, del niño reparador de la pareja en dificultad, del niño presión sobre un cónyuge dispuesto a irse, de un niño nacido fuera del matrimonio, de los niños deseados y de todos los que han nacido en muchas situaciones diferentes.
Desde la concepción del niño, nacen en el seno mismo del sistema familiar y de la pareja en la cual el niño sobrevive, interacciones; éstas influyen como una impronta sobre el niño.

2. Durante el primer año de vida
El bebé vive miles de veces un ciclo de vínculo afectivo normal, cada vez que expresa una necesidad con sus llantos (hambre, frío, malestar, ganas de caricias…) y que su mamá alivia esta necesidad dándole lo que espera. El niño desarrolla así una confianza de base en su mamá, un sentimiento de seguridad que le permitirá, después del primer año, explorar su entorno.

3. Durante el segundo año de vida
Cada vez que los padres ponen límites al niño, un segundo ciclo de apego seguro se desarrolla, en el que el niño aprende poco a poco a controlarse y a respetar las reglas de la sociedad.
El niño necesita saber que su madre está ahí para protegerle, en este caso, poniéndole límites que le privan del peligro físico o social. Es importante destacar que los límites se refieren a la exploración del entorno (si voy a tocar un enchufe me dicen “no” y de esta manera me siento protegido) y a la interacción social del niño (si pego me dicen que “no” y de esta manera me siento guiado).

A partir de las experiencias diarias de cuidados maternos, de exploración, de búsqueda de proximidad o bien, de ausencia o ambivalencia de todo ello, el niño se construye un modelo operacional interno de su alrededor, de su madre y de él mismo.
Este modelo es la representación para el niño de lo que son las relaciones sociales en general y de lo que puede esperar de un lazo afectivo particular; la representación del mundo y de la seguridad o inseguridad que le genera.

A falta de interacción suficiente, el vínculo entre el bebé y su madre no se crea. El vínculo conseguido, es decir, la respuesta adecuada del entorno a todas las señales del niño, construye el sentimiento de confianza y de seguridad del bebé en sí mismo y de este modo afrontará mejor las separaciones y pruebas posteriores.

Existen, según el modelo, 3 tipos de apego:

-El apego seguro: Generalmente, un niño con un vínculo de apego seguro se preocupa o se disgusta ante la separación de su madre, cuando ella desaparece dejándole con un extraño el niño llora (puede ser posible consolarlo), y cuando ella vuelve corre a sus brazos. Si la madre está presente, explora el entorno con naturalidad pero conservando siempre un radio de acción. Se forma cuando el bebé encuentra siempre una respuesta a sus necesidades y demandas, de este modo confía en que su madre (o la persona que la sustituye) siempre estará ahí para cuidarle y esa confianza generada influye de forma definitiva en su personalidad. El vínculo de apego que tiene hace que se sienta seguro únicamente si su madre está presente o cerca porque ella es la persona que se ocupa de su supervivencia y su seguridad. En el futuro, estos niños tienen más posibilidades de ser autónomos solucionando sus problemas, ser sociables y tolerantes y tienen más probabilidades de lograr un buen desarrollo intelectual.

-El desapego o apego inseguro evitativo: Durante el juego no buscan a la madre para ver si está presente. Cuando la madre se marcha no muestra estar afectado y cuando vuelve rechaza el contacto o le deja indiferente. Este desapego está producido por un modelo de relación temprana basado en el rechazo y la insensibilidad hacia el llanto del niño, también se produce cuando hay abandonos. El abandono puede ser real o sólo así sentido por el bebé, que no siente a su madre presente ni pendiente de sus necesidades, bien por ser una madre ocupada, ausente por trabajo o una madre que cree en los métodos de dejar llorar al bebé para educarle. El niño, para defenderse del dolor que esto le produce, se cubre de aparente indiferencia. En la edad adulta suelen ser personas desconfiadas, desapegadas y con estilo autosuficiente.

-El apego ansioso ambivalente: Apenas exploran el entorno en presencia de la madre, su preocupación porque ella desaparezca en cualquier momento hace que no se alejen de ella. Cuando la madre se va, la ansiedad ante la separación es muy intensa (sin consuelo posible), sin embargo cuando vuelve, la rechazan a modo de castigo. Las madres de este grupo son ambivalentes, en ocasiones cálidas y en otras insensibles, dependiendo más de su propio humor que de la demanda del bebé. Ante la exploración del entorno, se muestran ansiosas y sobreprotectoras, no permitiendo que se dé un alejamiento y movimiento naturales. De este modo, el niño desarrolla una dependencia inmadura para conservar la atención de su madre, pues descubre que no siempre puede contar con ella y se siente inseguro. En la edad adulta estas personas necesitan continuas muestras de afecto para sentirse bien, su modelo mental no ve al otro como alguien estable y disponible, y cualquier conducta ambivalente del otro se interpreta como un rechazo total.

-Existe un último grupo, menos común, que es el apego desorganizado: consiste en una combinación de los dos anteriores y provoca grandes trastornos emocionales y de conducta. Se produce cuando existen grandes desajustes emocionales en la madre o en la familia en general.

Al analizar nuestro propio modelo de familia o cualquier otro, debemos tener en cuenta que:
- nadie es absolutamente estable ni está disponible todo el tiempo, hablamos de conductas permanentes y repetidas pero no omnipresentes;
- las relaciones se producen en dos direcciones, con lo que el carácter y las respuestas que da el bebé también influyen en los modelos de relación;
- cada bebé posee una determinada capacidad de resiliencia, que significa la capacidad para resistir el estrés, frustraciones y problemas de la vida sin quedar por ello alterado de forma profunda.

Si descubrimos en nuestra infancia un determinado modelo de apego que nos está influyendo de forma negativa, analizarlo es el primer paso para el cambio. En cualquier caso, y dado que los patrones de relación vividos tienden a reproducirse con los hijos, lo más importante será ser conscientes de ello y tratar de mejorar en nuestro papel de padres.

Si descubrimos en alguno de nuestros hijos un modelo de apego no seguro, sea por la causa que sea, debemos tomar conciencia de ello y saber que casi siempre es posible restablecer el vínculo, aunque nos llevará tiempo y paciencia. La asociación PETALES trabaja con familias cuyos hijos tienen trastornos del vínculo de apego. También la psicóloga experta en prevención infantil Yolanda González, puede brindar una excelente ayuda en estos casos.

26.10.08

Hablar de la muerte a los niños

Nuestra perra Xana, una Golden Retriever de apenas 2 años, murió ayer de forma repentina e inesperada. A la amarga sorpresa y el dolor que sentimos se une la preocupación por nuestra hija que pronto cumplirá 3 años. ¿Cómo le comunicamos la noticia? ¿Qué decimos exactamente? ¿Es muy pequeña para hablarle de la muerte de un ser querido? ¿Será un dolor demasiado grande para una niña tan pequeña? Todas estas preguntas me asaltan sin parar. Ante este hecho, he rescatado una parte del maravilloso libro de Paola Santagostino “¿Por qué los niños hacen tantas preguntas? y Cómo dar las respuestas adecuadas” En él se hace un análisis exhaustivo de la intencionalidad de las preguntas infantiles, de los tipos de respuesta que podemos dar y cómo hablar con nuestros hijos. Contempla también algunos casos especiales, como el divorcio, la adopción y la muerte.

Dice: “Si la pregunta es sobre la muerte, y acaba de morir alguien al que el niño quería mucho, independientemente de vuestra convicción religiosa, o incluso si sois los ateos más convencidos del mundo, lo que el niño necesita pensar en ese momento es que se volverán a ver. Para él, es mucho más tranquilizador pensar que algún día volverá a encontrar a su abuelo, su abuela, su gatito… De cualquier modo, tendrá toda su vida para decidir si pensar que todo termina con la muerte o no pero, de momento, la idea de una disolución total le provocaría demasiada angustia. Puesto que nadie puede tener una certeza sobre el más allá, no hay por qué angustiarlo inútilmente.

En situaciones normales, la muerte puede presentarse como algo natural, sin necesidad de insistir en ideas truculentas.
El cuerpo acaba de funcionar (los músculos se relajan, el corazón deja de latir), en fin, se para… habitualmente pasa cuando se es muy viejo y es el momento de descansar.

No hay que decir algo como: La abuela sólo está durmiendo porque la pregunta siguiente, lógicamente, sería: ¿Y cuando despertará? Y podría empezar a tener miedo del sueño y de no volver a despertar jamás.

Tampoco son adecuadas frases del estilo: Se ha ido de viaje porque, especialmente para un niño pequeño, resulta muy poco gentil que alguien al que quiere mucho prefiera hacer todos estos grandes viajes a quedarse con él… ¡y qué viajes tan largos los de la abuela, con la edad que tiene! Tampoco es creíble; y los niños no son estúpidos y no hay que tomarles el pelo.

Entonces, es mejor decir simplemente: Ha muerto.

Pero para tranquilizar sobre el hecho de que se trata de un hasta luego y no de un adiós definitivo, de una desaparición total e ineluctable, se pueden decir cosas como: La abuela ha muerto, pero morir es algo natural, y algún día volveremos a vernos todos.
Y para tranquilizar sobre el concepto de que, de todos modos, esto no le pasará a él también enseguida, y tampoco a su madre o a su padre, etcétera, se puede añadir: De cualquier modo, puedes estar tranquilo: para nosotros aún queda mucho tiempo… así que ahora no debes pensar en eso.
Sobre el tema del inevitable dolor del duelo, es mejor no exhibirse en exageradas demostraciones de aflicción delante de los niños, porque difícilmente las pueden comprender. Ellos no tienen una idea clara de la muerte y, viendo demasiado dolor, sólo se crean la idea de que se trata de algo terrible que le ha pasado al muerto, y por eso todos lloran.

Hemos de tener en cuenta que, en otras culturas, se hacen grandes fiestas por la muerte de alguien, y todos están felices por el muerto, que ha pasado a estar mucho mejor. Pero nosotros vivimos en nuestra cultura y no podemos exigir felicidad y risas. De cualquier modo, intentando evitar los excesos delante de los niños, si se presenta un llanto o una manifestación de dolor, como es normal, lo mejor es decir algo del estilo: No, mira, querido, la abuela está muy bien donde está, lo que pasa es que a mí me hace falta, y por eso en este momento estoy muy triste y llorando; pero ahora vamos a jugar, así no pensaré en ello…”

Está claro (y éstas ya son mis palabras) que hablar de la muerte a los niños es una de las cosas más difíciles a las que nos tenemos que enfrentar. Los principios de naturalidad, sencillez y mensajes positivos son la mejor guía. Espero que os haya ayudado este artículo, que escribo en recuerdo a Xana, que a partir de ahora nos cuida desde las estrellas. Gracias Xana por todo el amor desinteresado que le diste a mi familia y por los 8 preciosos cachorros que has dejado en este mundo. Todos te echaremos de menos.

19.10.08

Tus hijos

Tus Hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.

No vienen de tí,
si no a través de tí.
Y aunque estén contigo,
no te pertenecen.

Puedes darles tu amor
pero no tus pensamientos, pues
ellos tiene sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos
pero no sus almas, porque ellas
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos
pero no procures hacerlos semenjantes a tí.
Porque la vida no retrocede
ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
¡sea para la felicidad!

(Jalil Gibran, Poeta libanés 1883-1931)

12.10.08

6 FORMAS DE AYUDAR AL NIÑO ENFADADO

Aunque ninguna persona ni familia está a salvo de la ira, hay algunas formas en las que puedes ayudar a tu hijo a manejarla.

1 AYUDA A TU HIJO A SENTIR PAZ INTERIOR

Diversas investigaciones han demostrado, y nuestra experiencia lo confirma, que tanto los hijos que se sienten conectados, como sus padres, se enfadan unos con otros menos. El hijo conectado, que crece con sensación de bienestar, tiene un modelo de paz. Él se enfadará, pero aprende a manejar ese enfado de forma de tal forma que esa ira no se apodere de su personalidad. Los padres conectados conocen bien a su hijo, así que tienen menos tendencia a generar situaciones que les lleven a ellos y a sus hijos hacia el enfado. Los padres que crían con apego saben que no es necesario ser severo para mantener el control. Los niños no conectados actúan desde una confusión interior. En su interior, el niño siente que le falta algo importante y la ira se apodera de él (Este sentimiento puede continuar una vez es adulto). Este vacío es probable que se revele en sí mismo como rabia hacía sí mismo y sus padres, llevando a todos hacia el riesgo de convertirse en una familia irritada.

2 NO DEJES QUE TU HIJO CARGUE CON DEMASIADA RABIA

Anima a tu hijo a reconocer cuándo está enfadado, empezando desde bien pequeño. Escúchale con atención, ayúdale a trabajar esos sentimientos. Ante una audiencia dispuesta, que empatiza en vez de juzgar, los niños a menudo hablan de lo que llevan dentro. Nuestro hijo de ocho años, Matthew, insistía en ver cierto programa de TV. Yo no estaba de acuerdo y él se enfadó. Matt sentía que tenía que ver ese programa. Yo sentía que el contenido del programa era perjudicial para su crecimiento y su harmonía familiar. Escuché atentamente y sin juzgar lo que Matt suplicaba. Una vez habló, también lo hice yo. Con calma, expuse mi punto de vista, transmitiendo a Matt que entendía su punto de vista aunque no lo compartía. Le hice varias preguntas como “¿Por qué el programa es tan importante para ti?” “¿Puedes pensar en alguna actividad más divertida que ver el programa?” “Matt, ¿entiendes por qué no quiero que veas el programa?” “¿Estás aburrido? Si es así, yo tengo una idea…”. Gradualmente Matt se dio cuenta de que el programa no valía la pena. A medida que el diálogo fue continuando, sus ojos se secaron y su cara se fue relajando. Estoy seguro también de que el número de pulsaciones bajó. Finalizamos riéndonos de la situación, de cómo un estúpido programa le había hecho sentir ira. Salimos a jugar fuera.

3 BUSCA DEBAJO DEL “MAL” CHICO

Los niños que habitualmente se portan mal son normalmente niños enfadados. Si tu hijo parece “malo” todo el tiempo o tú “no sabes qué más hacer” o tu hijo parece retraído, busca debajo de la superficie lo que está haciendo sentir rabia a tu hijo. Realizando counselling a padres de estos hijos, me he encontrado con dos causas: hay mucha rabia en la familia – madre y/o padre están al borde todo el tiempo y los chicos incorporan esos sentimientos como parte de sí mismo; o el chico se siente enfadado porque su sensación de bienestar está amenazada. Ayudar a chicos que se portan mal repetidamente o parecen “malos” más que “buenos” a menudo empieza por una revisión de toda la familia. Haz inventario de las influencias en la vida de tu hijo. ¿Qué hace crecer su autoestima? ¿Qué la hace disminuir? ¿Qué necesidades no están siendo reconocidas? ¿Qué tipo de ansiedad interior es la raíz de su ira? La rabia es sólo la punta de iceberg y avisa de las necesidades de las que nos tenemos que ocupar bajo la superficie. La rabia interna a menudo hace que un niño se retraiga. En una lucha para rechazar los ataques a su tambaleante autoimagen, este niño se pone una coraza protectora. En la superficie puede parecer calmado, pero dentro de él hay una válvula a presión de emociones que necesitan ser encauzadas o reconocidas. Para mantener el control, el niño se retira, evitando la interacción que puede dispararle. Por este motivo, recomendamos poner los ojos dentro de la mente de vuestros hijos -las cosas pueden parecer diferentes según la perspectiva desde la que se mire. Para un niño es devastador sentir que es “malo”. A no ser que ese sentimiento se invierta, el chico crece actuando tal y cómo se espera de él. Para sacar ese sentimiento de ser “malo” puedes intervenir de forma tranquilizadora “tú no eres malo, sólo eres pequeño, y las personas pequeñas a veces actúan de forma boba. Pero papá te ayudará a dejar de actuar así y así crecerás sintiendo que eres la maravillosa persona que sé que eres”. Esto manda el mensaje a tu hijo de que te preocupas en buscar al buen chico debajo del mal comportamiento.

4 LA RISA, LA MEJOR MEDICINA ANTE EL ENFADO

El humor difumina el enfado. A nuestros hijos les encantan los espaguetis (cuanto más mancha la salsa, más les gustan). Una vez, durante la cena, dejamos como encargados a los mayores de los dos pequeños (2 y 5 años) que estaban jugando con su comida. Como a menudo pasa en las familias numerosas, el mayor delegó la responsabilidad en el siguiente, y así respectivamente. Lauren y Stephen al final estaban sin nadie que les supervisara, así que hubo frenesí a costa de los espaguetis. Cuando descubrimos lo que había pasado, preguntamos a los mayores. Nosotros les gritamos y ellos se gritaban entre sí. Lauren y Stephen se esforzaron por enseñar a sus hermanos mayores su salsa cubriendo sus mejillas, pelo, frente. Todos comenzamos a reir y trabajamos juntos, con buena actitud, en limpiar a los niños y todo el follón. Ahora, cuando delegamos la autoridad, tratamos de estar seguros que el niño tiene una edad suficiente para asumir la responsabilidad.

5 MODELA EXPRESIONES APROPIADAS PARA EXPRESAR ENFADO

El enfado expresado de forma inapropiada bloquea tu habilidad para enseñar de forma efectiva. Por ejemplo, tu hijo de 4 años hace algo sin sentido. Cubre al perro con salsa de espaguetis, y el perro acaba dejando sus huellas llenas de salsa en la alfombra blanca. Este no es el momento de estallar. Cuanto más grave es la situación, más necesario se hace tener la mente clara para evaluar las opciones y manejar la situación. Cada situación es diferente, y debes ser capaz de pensar de forma clara para poder reaccionar de la forma que se adecúe mejor a la situación. La rabia nubla la capacidad de pensar. Las cosas dichas sin pensar a consecuencia de esa rabia hacen que las situaciones se vayan de las manos. Pegas al perro (lo que causa que corra por la habitación, manchando más con la salsa que lleva en el pelo); le das una palmada en el trasero al niño y lo mandas a su habitación (lo que te deja limpiando todo el desastre solo). En ese momento todo el mundo se siente maltratado. Un enfoque menos desbocado usando la cabeza y unas dosis de humor: rápidamente agarras al perro y lo llevas al baño, pidiendo al niño que te acompañe (con la voz más suave posible) a limpiar al perro y la alfombra. Tu hijo aprende cómo manejar una crisis y cuánto cuesta limpiar una situación semejante. Una rabieta por tu parte no va deshacer lo ocurrido, sólo a agravarlo.
El enfado pone una barrera entre padres e hijos. Nuestros hijos nos enseñaron esa lección. Vimos que existía distancia entre nosotros y nuestro hijo de 17, Peter. No nos estábamos comunicando con facilidad. Nuestra, por aquel entonces, hija de 14 nos dijo: “Él se queda en su habitación para escapar de los gritos. Se siente mal porque estáis enfadados y gritais”. Nosotros no nos habíamos visto a nosotros mismos como unos padres enfadados, como una familia gritona, pero Peter sí lo vivía así, así que evitaba la interacción con la familia para preservar su paz interior. Hayden nos explicó en dos palabras cómo el enfado distancia, especialmente con chicos como Peter, de carácter tranquilo. Hayden nos hizo replantearnos cómo expresábamos nuestras emociones. Tuvimos una reunión familiar, para comentar que los gritos parecían un problema que nosotros necesitábamos solucionar, nos disculpamos por ellos y hablamos sobre cómo cambiar.
También queríamos que nuestros hijos se sintieran seguros para acercarse a nosotros, sin importar qué habían hecho o cómo se sintieran. Así que nos prometimos eliminar el factor miedo: “Este es el acuerdo. Prometemos no interrumpir mientras estáis hablando. Escucharemos con calma todo aquello que queráis decirnos. No gritaremos”. No cambiamos de la noche a la mañana, y aún “explotamos” de vez en cuando. Cuando esto ocurre, nos disculpamos y nos movilizamos. Las muestras de enfado asustan a los niños y les ponen a la defensiva. Ellos retrocederán a un caparazón protector o crecerán asumiendo ese enfado como parte de su personalidad. Una vez se eliminó la barrera del miedo, Peter empezó a salir de su habitación. Y continuamos trabajando en nuestra forma de comunicarnos. Aprendimos a decir de forma calmada: “me siento enfadado cuando tú…” Los niños y las parejas necesitan saber qué te hace sentir enojo. Ellos no necesitan ver tu rabia explotando en ellos. Los niños pequeños se sienten devastados ante las muestras de rabia fuera de control de sus padres. Sienten que sus padres han dejado de quererles, que les van a herir o dejar. Tú no quieres que tu hijo vea sus sentimientos alterados porque está asustado de qué puede hacerte perder el control. Los adultos deben ser responsables de controlarse a sí mismos. Los niños no deberían estar en una situación donde se les haga sentir responsables del control de la rabia de los mayores. Eso introduce patrones disfuncionales en el crecimiento de tu hijo. Si tu enfado está fuera de control y estás asustando a tu hijo, busca ayuda. Tienes que aprender que no es erróneo sentir enojo, incluso siendo adulto (recuerda, tienes corazón). Desgraciadamente a muchos de nosotros nos enseñaron de niños que los sentimientos negativos son malos, pecaminosos o espantosos. El enfado en sí mismo no es algo malo- es una respuesta normal-. Lo que puede llegar a ser muy malo es lo que hacemos con ese sentimiento. Permanecer en calma aparente ante cualquier sentimiento (rabia, miedo, incluso amor) es una medida de madurez emocional. Tu hijo aprenderá cómo manejar su enfado viendo cómo lo manejas tú. Nuestra meta es conocer y comunicar nuestros sentimientos (de esta forma nuestros hijos verán que somos personas) y al mismo tiempo enseñar en qué tipo de personas queremos que se conviertan.
Si tu hijo y tú tenéis una relación sana, no te preocupes porque un arrebato ocasional vaya a dañar a tu hijo. En realidad, es saludable que sepa que estás enojado o rabioso, siempre que no dañe a tu hijo. Un ejemplo de cómo una madre (ella y su hijo tienen una relación sana y basada en el apego) manejó su rabia:
"Cuando mi hijo tenía 3 años, me sentía exasperada por su comportamiento. Se encontraba en lo que mi marido y yo llamamos un “descenso” : una bajada temporal de madurez y juicio. Ese día estaba especialmente chinchoso. Después de varios “tiempos muertos” le llevé a su habitación. Le senté en la cama. Corrió hacia la puerta. Lo intenté de nuevo, con más firmeza. Él hizo lo mismo. Le senté de nuevo en la cama y le dije: ¡escucha! ¿Crees que para mí esto es un juego? ¡No lo es! ¡De hecho, odio hacer esto! ¿Sabes por qué estoy aquí? ¿Sabes por qué me voy a mantener así hasta que hagas lo correcto? Porque te quiero y no me voy a quedar parada viendo como creces y actúas como un imbécil!” Estaba furiosa y no podía parar de decir “te quiero” con ira. Pero cuando Sammy oyó la palabra “imbécil”, empezó a reir. No fue una risa tipo “¿qué me va a pasar?”, sino una risa sincera, de algo divertido. Me dí cuenta de que nunca había oído la palabra “imbécil” antes. ¿Qué pensaría que quería decir?. Tomada literalmente, supongo que se hizo una imagen mental bastante cómica. Esta pequeña situación nos dio la oportunidad de tomarnos un respiro, calmarnos y resolver la situación con “te quieros” calmados y abrazos."

Al relatar esta historia quiero resaltar que puedes leer todo sobre como enseñar a tu hijo lo que es correcto, pero en el corazón de la batalla, cuando tienes pocas municiones, quedas sólo tú, diciendo lo que piensas. Es arriesgado, de acuerdo, y potencialmente dañino si se te va de las manos. Pero a veces será la única forma de entrar y cambiar la situación.

6 ALIGERA EL PERFECCIONISMO

Los niños necesitan aprender que no pasa nada por equivocarse. Puedes modelar las ansias de ser perfecto de tu hijo, manejando tus errores. Tiras tu café, te ríes de ello. “creo que hoy he ganado al señor desorden hoy”. No despotricas si te olvidas la lista de la compra en casa. Los niños necesitan saber que los mayores también cometen errores. Esto es especialmente cierto en el perfeccionista que puede sentir que la aprobación , y por ello su valor, depende de estar libre de errores en casa y en el colegio. Nos dimos cuenta de que Matthew era muy duro consigo mismo si no hacía las cosas de forma perfecta. Nos dimos cuenta de que estaba captando nuestra tendencia a enfadarnos por nuestros propios errores. Una vez vio que nos relajábamos con nosotros mismos, lo hizo consigo mismo. Los errores son una buena forma de aprender, y aprendemos mucho en nuestra familia. Cuando uno de nosotros se equivoca, seguro que alguno de nosotros comenta: “ahora, ¿qué podemos aprender de esta situación?” Si se pulsa el botón de la ira, esto no funciona. Ten cuidado de no reaccionar con rabia cuando alguien derrama la leche o rompe sus pantalones. Simplemente dí “Ahora ¿qué podemos aprender?” Entonces, quizás hasta os riáis. La risa hace gran parte del trabajo, aunque tú fueras castigado por cada error cometido de niño.

SACADO DE LA WEB ASK DR. SEARS Y TRADUCIDO POR MAITE

8.10.08

Binta y la gran idea

Binta y la gran idea es un corto de Unicef nominado a los Oscar. Cada detalle de este video es una lección de humildad y humanidad. Os invito a verlo y a emocionaros, como yo lo hice, con el espectacular final.

3.10.08

Ser maestra

Con un poco de humor, quiero ilustrar la maravilla de ser “profe”. Estas semanas de vuelta al cole, de ajustes de horarios, de nuevas relaciones y nuevas experiencias, se vive en cada aula lo de cada año.

Este curso que comienza, una vez más, tengo el privilegio de que me admiren…Y me odien.


Debo esforzarme por hacer llegar mi mensaje a todos…

Y repetirlo cuantas veces haga falta.


Me preocupo porque no se agobien, ni se aburran…

Buscando el interés particular de cada uno.


Hago de todo por llamar su atención…
Pero a veces no lo consigo.


Y por las noches, mirando al techo…

Pienso en la mejor forma de reciclarme y de innovar.

Una clase es como una convención de las Naciones Unidas, hay representantes de todos los tipos, hay que llegar a acuerdos constantes…

Aunque ser maestra es difícil, te ríes un montón y te enamoras de todos. Me espera un bonito curso por delante. Espero no defraudarles.

2.10.08

Trastornos del lenguaje infantil

Muchos niños padecen trastornos del lenguaje que les impiden desenvolverse con soltura en el colegio o relacionarse bien con sus amigos y eso puede marcarles de por vida. La solución está en dar al problema la importancia que merece y saber prevenir esas alteraciones del habla antes de que sea demasiado tarde. La mayoría de veces, cuando el habla de nuestro hijo no es todo lo fluida que debiera, solemos defendernos respondiendo que es más avispado para otras cuestiones y restándole importancia, pero en la mayoría de los casos -salvo que exista alguna alteración física que lo impida- los trastornos del lenguaje son problemas que se pueden y se deben resolver y, por supuesto, prevenir.
LO MÁS HABITUAL
Se calcula que uno de cada cinco niños entre 2 y 5 años tiene problemas de lenguaje, pero no todos los niños que hablan mal pecan de lo mismo. Son muy diversos los problemas que se pueden presentar, aunque los más frecuentes son:
LA DISLALIA.
La dislalia es el trastorno del lenguaje más frecuente en los niños y normalmente no se le da importancia -comenta esta especialista-. Consiste en decir mal uno o varios sonidos e incluso puede llegar a darse la situación de que lo que dice el niño sea totalmente ininteligible, es decir, imposible de comprender. Para poner un ejemplo, cuando un niño de más de 4 años, en lugar de "terror" dice "telol" o en lugar de "pera" dice "pela", tiene dislalia". Este trastorno también se da en el caso, menos frecuente, de que el niño olvide pronunciar un determinado sonido (por ejemplo "venana" por "ventana").
EL RETRASO EN LA APARICIÓN DEL HABLA.
Cuando se da esta circunstancia, algunos padres se suelen mostrar muy preocupados -explica Lluïsa Cabré-. Es preciso aclarar que este trastorno no implica ningún retraso intelectual. Un niño de 2 años puede no decir una palabra y, sin embargo, ser muy inteligente. De toda maneras, es preciso estimular al niño para que el proceso de aprendizaje sea el correcto". Hacia los 12 meses, el niño debe ser capaz de decir algunas palabras, aunque entonces sí es normal que las pronuncie de manera incorrecta. A los 4 años, debe haber aprendido a decir bien todos los sonidos y, si no es así, es preferible que consultes a un buen especialista.
EL TARTAMUDEO
Suele aparecer entre los 3 y los 4 años. Por lo general todos los niños del mundo tartamudean; unos lo hacen repitiendo alguna palabra o sílaba y otros haciendo una pausa entre una palabra y otra, pero en ellos no tiene por qué ser algo permanente como ocurre con los adultos, simplemente forma parte de una de las etapas evolutivas del niño. En muchos casos el niño tartamudea cuando se da cuenta de que tiene poder verbal, cuando pidiendo algo se lo conceden sin ponerle pegas, y en realidad eso le provoca un susto, una sorpresa. El mejor tratamiento de ese tartamudeo infantil es no darle importancia. No hay que darle ninguna consigna, ni siquiera decirle al niño que hable más despacio, que piense lo que va a decir antes de hablar o que evite tartamudear, porque, al hacerlo, el niño será consciente de su problema y le costará más superarlo. Cuanto menos importancia se le de, más deprisa desaparecerá el trastorno. Si no es así, entonces sí será necesario comprobar que no se trata de algo permanente". Si el niño deja de hablar de manera repentina e inesperada, si el retraso en el lenguaje es muy evidente o confunde gran parte de los sonidos, pudiera ser que la causa fuera más grave e incluso que existieran problemas psicológicos, neurológicos o físicos serios. En estos casos, la ayuda de un especialista se hace indispensable.
EL LOGOPEDA Y TÚ
En ocasiones, y aunque la intervención del logopeda pueda ser muy recomendable, también en casa y teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones podrás evitar o superar a tiempo éstos y otros trastornos similares en tu hijo:
-No le corrijas constantemente. Si lo haces, cogerá miedo a hablar y dejará de hacerlo, es preferible que más tarde tú repitas correctamente -y dentro del contexto de una frase- la palabra que él ha dicho mal. Le servirá de ejemplo.
-No le interrumpas mientras habla, dale tiempo para expresarse y espera al menos dos segundos antes de contestarle.
-No le exijas que repita lo que ha dicho o que comience de nuevo, porque eso le desanimará.
-Hablarle y explicarle cosas es muy positivo, pero aún lo es más escucharle y hacerlo relajadamente , aunque repita frases o palabras.
-Reflexiona sobre tu manera de hablarle. Si lo haces muy deprisa y sin pronunciar bien algunos sonidos, tu hijo hablará del mismo modo.
-En ocasiones, que tu hijo no hable bien puede deberse a problemas en el oído y a que no sepa discriminar correctamente los diferentes sonidos. Por ello, antes de probar soluciones más drásticas es recomendable que te asegures a través de un especialista de que su audición es perfecta.
SI LE HABLAS SERÁ MÁS INTELIGENTE
Desde el momento en que nace -e incluso cuando todavía se encuentra en el seno materno-, es de suma importancia que hables a tu hijo. Además de que los lazos afectivos se estrecharán, el niño aprenderá a asimilar los sonidos de su lengua natal. Pero aún hay más: algunos estudios aseguran que, el primer año de vida, escuchar conversaciones forma la mente y hace al niño más inteligente. Conseguirás estimular sus reflejos, que tenga mayor rapidez mental, más capacidad para el aprendizaje rápido y más potencial para asimilar y recordar lo aprendido.
Ya sabes, si quieres que sea inteligente, háblale.
(Extraído del blog "Mi mami es logopeda")
Lluïsa Cabré

21.9.08

¿Cómo educamos?

Todos queremos tener hijos “bien educados”, agradables, sociables, cariñosos, con valores… ¿Cómo conseguirlo?
Existen muchos modelos de familia:
- Padres que abandonan: están demasiado ocupados para atender a sus hijos, ocupados con el trabajo, con la casa, con otras responsabilidades, con otros problemas personales como una depresión o un divorcio… Los niños se las arreglan solos, acompañan a sus padres a donde sea pero no están atendidos, nadie les mira de verdad, ni se preocupa por sus necesidades y su educación. Se puede reconocer a estos niños porque generalmente están sucios y desaliñados, se quedan dormidos en cualquier parte (porque se acuestan muy tarde), comen cualquier cosa que pillan a cualquier hora, te buscan para que les des un abrazo.
- Padres que delegan: también están demasiado ocupados, pero cuentan con ayuda de abuelos, tíos, guarderías, canguros, vecinas o quien sea, de modo que son capaces de cubrir las necesidades de sus hijos pero casi no ejercen como padres y, por lo tanto, no les ofrecen un modelo claro y único. Estos niños se despiertan con unas personas, pasan casi todo el día en una guardería o colegio (generalmente sus padres buscan colegios privados o concertados que admitan a los niños desde las 7 am hasta las 6 pm), otra persona les recoge en el colegio y les cuida de tarde y se acuestan con otra distinta. También son delegados los fines de semana y en vacaciones, en un eterno ir y venir de unas personas a otras, de unas normas a otras, mareados y perdidos, nunca sabes cómo te van a responder.
- Padres incoherentes: se dedican a sus hijos, quieren hacerlo bien, pero no son capaces. Quizá por un carácter débil, quizá por un cariño mal entendido, o quién sabe por qué, dicen una cosa y hacen otra, piden o ruegan, se muestran incoherentes e inseguros. Estos padres saben cuál es el comportamiento que desean enseñar, pero no logran transmitírselo al niño/a. Los niños así educados se muestran caprichosos, exigentes, sin normas y con baja tolerancia a la frustración. Se les pide una cosa pero no se les muestra con consistencia la importancia de tal cosa ni tampoco un desacuerdo claro con el mal comportamiento. Estos padres prefieren mirar a otro lado cuando su hijo/a hace algo indebido, no tienen valor o ganas de enfrentar la situación o no saben cómo.
- Padres que disciplinan: tienen muy claro su objetivo educativo y abogan por la autoridad, la imposición y la rigidez. Estos niños sí se muestran obedientes y “educados”, comen bien, duermen bien, cumplen las normas, nunca molestan. Les han obligado a comer bien, a base de episodios desagradables en las comidas; les han obligado a dormir bien (con el método Estivill o alguno parecido); les han obligado a obedecer, a base de castigos, gritos o amenazas, incluso de algún golpe que otro. Estos niños, después de llorar interminablemente su soledad, han decidido doblegarse aunque sea perdiendo parte de su identidad y se han vuelto niños extremadamente fáciles de llevar. Quizá toda la rabia contenida salga en la adolescencia, quizá hayan quedado aplastados para siempre y ya nunca sepamos su opinión. Quizá muchos de los padres que ahora abandonan, delegan o se muestran incoherentes fueron niños sufridores de una disciplina rígida y quedaron incapaces de conectar emocionalmente con sus hijos, incapaces de transmitirles una opinión y unos valores consistentes.
- Padres que dialogan: toman la educación de sus hijos como una verdadera responsabilidad ineludible. Cada paso diario está cubierto de escucha activa, paciencia, negociaciones, diálogo, razonamientos, contacto físico y empatía (ponerse en el lugar del niño y tratar así de comprender su postura). Los padres que dialogan dejan claro al niño qué es lo que está bien y lo que está mal, lo que debe hacer y lo que no, le guían y le explican el por qué de cada cosa, pero aceptan que el niño lo cuestione, que negocie y que exprese su personalidad. Estos niños no son tan “fáciles” como los niños educados con disciplina autoritaria, a veces se muestran rebeldes, a menudo dan su opinión, casi siempre piden lo que necesitan de forma asertiva; pero también son flexibles y suelen comportarse bien porque tienen interiorizados los valores y la razón para actuar bien. Sin duda esta forma de educar es la más difícil, la que exige más trabajo continuo, más tiempo, más fuerzas, más paciencia, más autocontrol… La recompensa no aparece de forma inmediata sino a la larga y es necesario tenerlo presente para no abandonar, para no delegar, para no imponer. La recompensa será una persona adulta equilibrada, asertiva, con valores y verdaderas convicciones, capaz de pensar por sí misma y de ser fiel a sus deseos y preferencias. Será una persona adulta capaz de conectar emocionalmente con los demás, de ser empática, de ser afectuosa, será una persona que mejorará la sociedad en la que vivimos. Yo creo que merece la pena el esfuerzo.

18.9.08

Se me escapa entre los dedos

Con la mochila del colegio en la mano,
se va temprano,
diciéndome adiós.
Con una sonrisa ausente,
la veo marchar
y me invade la tristeza.
Me dura un rato
ese sentimiento de que
la estoy perdiendo para siempre
sin haber disfrutado realmente
cada minuto a su lado.
Soy feliz cada vez
que veo reír
a mi pequeña. Mi niña.

Se me escapa entre los dedos
todo el tiempo
y trato de capturar cada segundo
lo que siento.
Se me escapa entre los dedos
todo el tiempo
¿la conozco de veras?
Cada vez que pienso
que estoy cerca de saberlo
crece de nuevo
y se me escapa entre los dedos
otra vez.

Medio dormidas las dos
desayunamos sin hablar
y dejo pasar un tiempo precioso.
Luego, cuando se ha ido
ahí se queda mi melancolía
y un sentimiento de culpa
que no puedo evitar.
¿Qué ha pasado con las maravillosas aventuras?
¿Los lugares a los que pensaba llevarla?
Hicimos algunas cosas
pero muchas otras no,
y todavía no sé por qué.

Se me escapa entre los dedos
todo el tiempo
y trato de capturar cada segundo
lo que siento.
Se me escapa entre los dedos
todo el tiempo
¿la conozco de veras?
Cada vez que pienso
que estoy cerca de saberlo
crece de nuevo
y se me escapa entre los dedos
otra vez.

A veces desearía
poder congelar el tiempo
y salvar todos esos momentos
que se me escapan entre los dedos.
Con la mochila del colegio en la mano,
se va temprano,
diciéndome adiós.

(He escuchado esta canción en el cine y no he podido evitar emocionarme, porque estas semanas, en que mi bebé ya lleva mochila y me dice adiós, de verdad siento que el tiempo se me escapa.)

13.9.08

65 claves positivas para la crianza de tu hijo

1. Haz lo posible por amamantar a tu hijo.
2. Trata en lo posible de tener un parto natural no medicalizado.
3. Comienza a amamantar tan pronto como te sea posible, lo ideal es dentro de las dos horas posteriores al parto.
4. Puedes amamantar a tu hijo tanto tiempo como ambos deseen.
5. Duerme a tu bebé muy cerca de ti, cuidando las normas de seguridad básicas o en una cuna cerca de tu cama.
6. Atiende los llamados de tu bebé tan pronto como te sea posible.
7. Bríndale a tu bebé tanto contacto físico como te sea posible.
8. Jamás lo dejes llorar sin consolarlo en tus brazos.
9. El mejor aliado en la crianza de tu bebé es tu instinto, no lo desoigas.
10. Trata siempre de poner en palabras lo que intuyes que siente tu bebé, hazle saber que lo comprendes, que empatizas con sus sentimientos.
11. Permanece siempre atenta a sus señales y atiéndelas debidamente. Esto lo hará sentir seguro y tenido en cuenta.
12. Lleva a tu bebé en un portabebés tanto como te sea posible, de esta manera él conocerá el mundo desde tu perspectiva.
13. Háblale, cuéntale qué estás haciendo, a dónde van, quién viene de visita, qué horas son, mantenlo al tanto de la rutina diaria y háblale desde el corazón, no ignores su presencia.
14. Preséntalo con su nombre cuando conozca a alguien nuevo.
15. Cuando hables con alguien en su presencia, recuerda siempre que él está presente, inclúyelo en la conversación o hazle sentir que estás pendiente de él.
16. Sé muy sensible con los gustos de tu bebé y respétalos.
17. Respeta sus horarios, no lo fuerces a dormir. Hay maneras respetuosas de ayudarlo a establecer unas rutinas armoniosas de sueño. No sigas el Método Estivill.
18. Háblale despacio y bien vocalizado, de esta manera lo estarás guiando de manera natural en su proceso de adquisición del lenguaje.
19. Mantén a tu bebé limpio y con ropa adecuada para el clima. No lo tapes demasiado.
20. Respeta y trata de comprender sus sentimientos de rabia, frustración y tristeza.
21. Nunca desanimes la expresión de dichos sentimientos.
22. Los bebés y los niños necesitan expresar sus sentimientos negativos.
23. Cuando tenga una rabieta, no lo censures ni lo rechaces; la clave es tratar de acompañarlo y empatizar con él.
24. Ten presente que el sentimiento que está viviendo en ese momento tu hijo es real, no lo minimices con frases como “no pasa nada”, “no llores por eso”, “no vale la pena”.
25. Permítele que viva con plenitud sus rabietas y trata de poner en palabras lo que él siente en ese momento.
26. Nunca castigues a tu hijo. Los castigos no traen nada positivo.
27. Los castigos (no sólo los físicos) generan rencor y sentimientos negativos.
28. Los castigos, los gritos y los golpes hacen que nuestros hijos nos tengan miedo y lleguen a ocultarnos comportamientos que de otra manera compartirían abiertamente con nosotros.
Tal vez seria más sencillo educar a un niño con miedo. Los niños con miedo dejan en paz a sus padres. Los niños sin miedo se comportan de manera transparente porque no temen ser agredidos o castigados por su comportamiento. ¿Queremos hijos con miedo o hijos libres?
29. Tampoco deberías usar premios para alentar en tu hijo un comportamiento determinado o para recompensar una acción que consideres positiva.
30. No te abstengas de regalarle obsequios sin motivo. ¿A quién no le gusta recibir obsequios y sentirse tenido en cuenta por el solo hecho de existir?
31. Dedícale tiempo de calidad.
32. Cuando compartas ese tiempo de calidad concéntrate en él, no hagas planes mentales mientras estás con él, ni tampoco te entretengas pensando en otra cosa.
33. Los niños aprecian mucho los momentos de exclusividad que les dedican sus padres.
34. Responde con honestidad e interés a las preguntas de tu hijo.
35. No temas decirle que no conoces la respuesta a lo que él está preguntando.
36. Los límites en la vida del niño deben ser siempre claros.
37. Sin embargo, no pongas en la vida de tu hijo más límites de los que ya de por sí tiene la vida de un niño pequeño que son muchos.
38. Los límites deberían ser siempre lógicos, nunca arbitrarios. Deberían basarse en aspectos como su seguridad, el respeto por las cosas ajenas, el cuidado de las cosas de valor, la no violencia verbal y física, etc.
39. Acondiciona tu hogar para una sana y completa exploración de tu hijo.
40. Da a tu hijo una alimentación balanceada.
41. Ve testeando qué alimentos le gustan y cuáles no. Con los que no le gustan prueba prepararlos de manera diferente.
42. No lo obligues nunca a comer.
No trae nada positivo obligar a un niño a comer. Los pequeños comen lo que su organismo les pide.
43. No lo fuerces a terminar todo lo que hay en el plato.
44. Los regueros en el piso, las harinas, las migas, las untadas y los derrames son corrientes y normales en los niños pequeños.
45. A la hora de la comida relájate y acepta el desorden, después puedes limpiar y dejar todo como nuevo otra vez.
46. Permítele disfrutar la hora del baño poniendo juguetes en la bañera tales como recipientes y muñecos de goma o plástico.
47. A medida que crezca delégale pequeñas responsabilidades como peinarse él mismo, cepillarse los dientes, poner la mesa, etc.
48. Evita usar el chantaje con tu hijo (si haces X te doy Y, si no me ayudas con X yo no te compro Y).
49. Evita forzarlo a ser generoso. Los niños pequeños son egoístas. Si se les permite vivir con plenitud su etapa de egoísmo ellos mismos avanzarán solos hacia el altruismo.
50. Trata en lo posible de ponerte a su altura cuando hables con él (de rodillas).
51. Dale opciones en cuanto te sea posible. Puedes darle a elegir entre dos o tres opciones.
52. Evita etiquetarlo con palabras como “desordenado”, “sucio”,“perezoso” etc.
Cuando etiquetas a tu hijo estás poniendo sobre él el peso de sentirse realmente de esa manera y comenzar a representar ese papel de manera inconsciente.
53. En lugar de ello, cuando estés realmente molesto trata de describir cómo te sientes tú con respecto a la actitud de tu hijo “me pone furiosa tal cosa”, “me canso mucho recogiendo juguetes”.
54. En lo posible no uses imperativos negativos con tu hijo. Por ejemplo en lugar de decirle “no saltes encima de la cama con zapatos” puedes decirle “los zapatos ensucian la cama”.
55. No compares a tu hijo con otros niños.
56. Evita las separaciones prolongadas con tu hijo. Tú le brindas seguridad.
57. Ten presente que dejar el pañal o controlar los esfínteres debe ser un proceso natural marcado siempre por el ritmo de cada niño. Respeta los tiempos de desarrollo de tu hijo.
58. Recuerda que la televisión no está recomendada para niños pequeños menores de dos ó tres años.
59. La habitación de tu hijo no es un buen lugar para poner un televisor.
60. Cuando tu hijo vea televisión permanece a su lado explicándole lo que no entienda, trata siempre de elegir los programas que ve y dosifica la cantidad de televisión que consume.
61. Si no trabajas y te es posible permanecer en tu casa recuerda que el mejor lugar para un niño pequeño es su casa, cerca de ti y las personas que lo aman.
Si no trabajas y te es posible estar con tu hijo en casa, antes de los tres años no hay ninguna razón para llevarlo a una institución.
62. Si estás en la casa con tu hijo, ponlo en contacto con el aire libre, sacándolo a parques con arenero, zonas verdes, playa, etc.
63. Si debes llevar a tu hijo a un jardín esmérate en buscar un lugar agradable, habla con la maestra, cuéntale de tu hijo, observa y en definitiva no lo lleves a un lugar que no te inspire absoluta confianza.
64. Asegúrate de que tu hijo tenga un período de adaptación respetuoso para quedarse cómodo en el lugar que elijas.
El período de adaptación tiene como finalidad lograr que el niño se quede contento y completamente seguro en el lugar que va a permanecer durante el día. Para ello debes estar con él durante algunos días asistiendo con él, mostrándole el lugar, asegurándote de que entra en confianza y que se siente seguro.
65. Si no existe un período de adaptación tú eres la persona indicada para solicitarlo.

(Extraído de www.criaryamar.com Si deseas leer el texto completo puedes obtenerlo registrándote en el foro de la web.)

¡VAS A TENER UN BEBÉ!

¿Has pensado en tus opciones para dar a luz?
Seguro que quieres la mejor atención, la más sana y segura para ti y para tu bebé. En todos los hospitales asturianos no se da a luz de la misma manera, unos son más respetuosos que otros. Afortunadamente existen centros que han eliminado de sus protocolos prácticas basadas en principios obsoletos contrarios a la evidencia científica que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
DIEZ PREGUNTAS QUE DEBES HACER a las personas que elijas, para estar contigo y ayudarte a dar a luz, sobre los cuidados, atenciones y procedimientos para lograr un parto seguro y respetado para ti y para tu bebe.

1. Pregunta, “¿Quién me puede acompañar durante el parto?”
Los centros de atención al parto que son respetuosos con las madres y los niños/as permiten que sea la madre la que decida quién la acompañará durante el nacimiento de su bebé. El acompañamiento de la mujer en el parto tiene la función de atender sus necesidades, y crear un ambiente seguro y confortable en el que la madre pueda dar a luz.

2. Pregunta, “¿Puedo caminar y moverme libremente durante la dilatación?”
En ambientes respetuosos tendrás libertad de posición y movimiento durante todo el parto. Esto incidirá en que los tiempos de dilatación disminuyan así como las molestias.

3. Pregunta “¿Qué posición sugieren para dar a luz?”
Los sitios que actúan de acuerdo con las recomendaciones de la OMS, casi nunca acuestan a una mujer boca arriba con las piernas elevadas pues está ampliamente demostrado que esta posición “contra natura” aumenta el riesgo de sufrir episiotomías, cesáreas y es una de las causas de la pérdida de bienestar del bebé. Comprueba si puedes dar a luz en la postura que más cómoda te resulte y que más te ayude (de pie, en cuclillas, a cuatro patas, acostada de lado…). Lo que tú prefieras.

4. Pregunta, “¿Qué cosas se le hacen normalmente (por protocolo) a una mujer que ingresa de parto?”
En países mas avanzados, la atención al parto se centra en preservar y favorecer la fisiología del mismo. Es importante tener la seguridad de que nos aplicarán únicamente aquellos procedimientos que necesitemos para el correcto desarrollo del parto.

5. Pregunta “ ¿con qué frecuencia realizan ciertos procedimientos?”
He aquí algunas cifras sobre las cuales es importante solicitar información precisa:

  • No deben utilizar oxitocina (medicamento para acelerar el trabajo de parto) en más de una de cada diez mujeres (10%).
  • No deben hacer una episiotomía a más de una de cada cinco mujeres (20%) y deben estar trabajando para reducir esta cifra (una episiotomía es un corte que se realiza en la musculatura vaginal para agrandarla durante el parto). Esto NO es necesario la mayoría de las veces. Según Mardsen Wagner, Ex Director del Departamento de Salud Materno-Infantil de la OMS, “la episiotomía nunca es necesaria en más del 20% de los partos. La ciencia ha constatado que causa dolor, aumenta el sangrado y causa más disfunciones sexuales a largo plazo. Por todas estas razones, realizar demasiadas episiotomías ha sido correctamente etiquetado como una forma de mutilación genital en la mujer. El índice de episiotomías del 89% en España constituye un escándalo y una tragedia”.
  • Porcentaje de cesáreas que realizan al año. Si el número de cesáreas es muy alto quizá prefieras tener a tu bebé en otro sitio, ya que un alto número de cesáreas indica partos muy medicalizados. El cuerpo de la mujer además de estar preparado para albergar al bebé en la gestación también está preparado para dar a luz espontáneamente. La OMS estima que las cesáreas sólo son necesarias en una de cada diez mujeres (10%) en partos de bajo riesgo. En partos de alto riesgo no debe exceder más del 15%. Una cesárea es una cirugía mayor donde se corta el útero a través del abdomen de la madre para extraer el bebé. El postoperatorio puede ser más doloroso y la recuperación lenta.
    Las mujeres que han tenido una cesárea a menudo pueden tener a sus siguientes bebés vaginalmente. Puedes buscar un centro donde por lo menos 6 de cada 10 mujeres (60%) que hayan tenido una cesárea anterior den a luz vaginalmente a sus otros bebés.

6. Pregunta, “¿Qué ocurre durante un parto normal en su hospital/maternidad?”
Los expertos afirman que existen algunos métodos de atención al parto que son mejores y más sanos que otros para las madres y sus bebés. Por ejemplo, la investigación médica ha demostrado que no es útil romper la bolsa de aguas. He aquí una lista de puntos sobre los cuales te recomendamos preguntar. En ella aparecen actuaciones que no ayudan y podrían lastimar a una madre sana y a su bebé:
* NO deben llevar un control continuo del latido del corazón del bebé con una máquina (monitorización fetal). En vez de esto es mejor que la enfermera o matrona escuche el latido del bebé intermitentemente.
* NO deben impedir la libertad de movimientos
* NO deben obligar a adoptar una postura específica durante el expulsivo
* NO deben romper artificialmente la bolsa de aguas.
* NO deben usar suero ni vías intravenosas.
* NO deben prohibir o restringir el comer o beber durante el trabajo de parto.
* NO deben rasurar la vulva.
* NO deben administrar un enema (lavado intestinal)

Cualquier maternidad, hospital o servicio de parto en casa que practique estas cosas rutinariamente a la mayoría de las mujeres que atienden, no es respetuoso para la madre y su hijo/a. Recuerda que estas prácticas sólo deben realizarse si existe una razón médica que evidencie su necesidad.

7. Pregunta, “¿Qué alternativas me pueden ofrecer para aliviar el dolor durante el trabajo de parto?”
El uso de la analgesia epidural se ha popularizado como medida para evitar el dolor del parto, sin embargo es importante decir que siendo un elemento que cualquier mujer puede utilizar si lo necesita, en los centros donde se practica parto respetado su uso disminuye considerablemente. Esto ocurre porque si eliminamos del parto los procesos dolorosos (inmovilización de la madre, oxitocina sintética, episiotomía, potro obstétrico...) y dejamos que el parto se desarrolle adecuadamente, el cuerpo de la mujer además de producir de manera natural la oxitocina, produce endorfinas encargadas de atenuar el dolor. Además las personas que te atienden te deberían sugerir cambios de posición, relajación en un baño caliente, masajes....A esto se le conoce como medidas de confort muy populares en países con una asistencia al parto mas avanzada.

8. Pregunta, “¿Qué tiempos son los que madre e hijo/a pasan separados?”
Si el bebé está sano no hay ninguna razón para que lo separen de su madre. El contacto madre-hijo/a es primordial. En el momento del nacimiento el niño experimenta el mayor cambio de su corta vida; diversos estudios han demostrado que durante las dos primeras horas el bebé se encuentra muy despierto, por eso, al estar tan receptivo es importante el contacto con la madre para que note los latidos del corazón y su olor, de esta forma se sentirá sosegado y seguro.
Muchas madres y bebés son separados arbitrariamente en los hospitales donde se atienden los nacimientos desde la tecnificación y falta de humanización de los cuidados, dificultando objetivamente la pronta y precoz puesta al pecho de aquellas que lo desean y, al resto, también el deseo natural de contacto madre-hijo/a.
Es durante el parto e inmediatamente tras el mismo, cuando la oxitocina producida por la madre induce al enamoramiento y al acoplamiento simbiótico madre-criatura; este fenómeno se conoce con el nombre de impronta y es uno de los acontecimientos más trascendentes para la calidad de la vida de todas y cada una de las criaturas humanas.

9. Pregunta, “¿Qué pasa si mi bebé nace antes de tiempo o tiene problemas especiales?”
Los sitios y las personas que son respetuosos animarán a las madres y a sus familiares a tocar, coger, amamantar y cuidar a sus bebés tanto como les sea posible, fomentando esto aún en el caso de que el bebé naciera prematuramente o presentara algún problema.

10. Pregunta, “¿Cómo ayudan a las madres que desean amamantar?”
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF han elaborado esta lista para mostrar la forma en que los centros de nacimiento pueden ayudar en la lactancia. Puedes informarte si los profesionales que os atenderán disponen de una política por escrito al respecto.
a. Informarán a las mujeres embarazadas de cómo y por qué amamantar.
b. Te ayudarán a que empieces a amamantar dentro de la primera hora después del nacimiento.
c. Los recién nacidos sólo recibirán leche materna. No deben darle biberones, ni de suero ni de leche, sin tu consentimiento.
d. Tendrán una política por escrito sobre lactancia. Todo el personal conocerá y aplicará las ideas de esta política.

Para obtener mayor información puedes consultar la Web http://www.elpartoesnuestro.es/ También encontrarás muchísima información interesante en www.espacioblog.com/porunpartorespetado

29.8.08

18 meses de embarazo

El embarazo del ser humano dura en realidad 18 meses.
Como explica Nils Bergman en su página sobre el Método “Madre Canguro”, la bipedestación en el ser humano produjo un estrechamiento de las caderas. Asimismo, el desarrollo del cerebro cada vez mayor, aumentó el tamaño de la cabeza. La naturaleza solucionó este problema produciendo un parto prematuro del bebé humano para que la cabeza pudiese salir sin problemas.

Entre los animales mamíferos existen tres tipos:
-Los nidícolas: los cachorros recién nacidos son indefensos y débiles y requieren de un nido para su protección; por ejemplo los perros.
-Los nidífugos: los recién nacidos pueden seguir la protección de la madre por fuerza propia enseguida después del nacimiento; por ejemplo los caballos.
-Los llevadores: los cachorros pequeños son llevados hasta que hayan madurado lo suficiente para seguir a la madre por fuerza propia; por ejemplo los monos.
El bebé humano es uno de los mamíferos más indefensos al nacer, similar al cangurito, nace inmaduro y necesita el calor, alimento y cuidado maternos hasta que adquiere movilidad y madurez suficientes. Por eso decimos que el embarazo del ser humano dura en realidad 18 meses, nueve dentro y nueve fuera. A los nueve meses el bebé ha adquirido el control de toda la columna y es capaz de mantenerse sentado, gatear, llevarse la comida a la boca, etc.

El método canguro puede ser aplicado en todos los bebés prematuros o a término y les proporciona: estabilidad, calor adecuado, regulación del ritmo cardiaco, contacto piel con piel, sensación de seguridad, correcta posición de la espalda, prevención y ayuda de la displasia de cadera, reducción de los cólicos y llantos, acceso libre al pecho materno y un mejor desarrollo cognitivo y emocional. Consiste simplemente en mantener al bebé en contacto con tu cuerpo, mediante un fular, pañuelo o cualquier portabebés similar, desde que nace y hasta que ambos queráis, durante el mayor tiempo posible. Otras personas, como el padre, pueden también llevar al bebé y sustituir a la madre cuando sea necesario.


¿Por qué en nuestra sociedad prevalece el uso de carricoches y la idea de que llevar al bebé en brazos es "malo"? Durante los últimos cien años en algunas sociedades se han emitido mensajes desde diferentes frentes en contra del contacto madre-hijo, que han ido calando en nuestras mentes, hasta el punto de pensar que de verdad es mejor para el recién nacido ser separado de su madre, que es mejor para el bebé estar en una cuna y llorar, que es mejor para el niño pequeño ser animado a "independizarse" lo antes posible. No se nos encoje el corazón viendo a un bebé de pocas horas, que ha pasado toda su vida en el vientre materno, llorando en un nido o en una incubadora, sólo y aterrado. Reprimimos nuestros instintos maternos pensando que "es mejor no cogerle mucho en brazos", "es mejor que llore de vez en cuando", "es mejor que aprenda a dormir sólo". Rechazamos a nuestros niños cuando con 3 años aún maman, aún piden brazos, aún necesitan a mamá más que a nadie, aún nos reclaman de noche... ¡qué niño tan mimado y dependiente! Pero lo cierto es que todas estas teorías se caen por su propio peso; la historia de la humanidad, el ejemplo de otras sociedades que no han tomado este camino tan dañino, la siempre presente voz de nuestro instinto y numerosos estudios científicos nos inclinan a hacer oidos sordos y desterrar malas costumbres.

Mantener a tu bebé a tu lado desde que nace y llevarle en un portabebés tiene numerosas ventajas y os hará felices a ambos.

26.8.08

Bebés de Alta Demanda

http://www.bebesaltademanda.com/ es una guía de ayuda para las madres y padres de hijos o bebés de alta demanda. Este portal ofrece información útil relacionada con este tipo de bebés que sirve de apoyo a las mamás y papás desesperados y absorbidos por una situación insostenible: tienen un bebé nervioso, demandante en extremo, de carácter urgente, desquiciante, absorbente, tremendamente activo y exigente.
Siendo críticos con nuestra maternidad-paternidad y desde un punto de vista respetuoso hacia la infancia, creamos esta página no tan sólo para hablar de los hijos de alta demanda sino también para dar cabida a nuestras ilusiones, frustraciones, desesperaciones, desahogos… como madres y padres. Reconocerse en las demás para no sentirse tan sola ni juzgada en el duro camino –aunque también satisfactorio- que es el de ser una mamá y papá de un hijo de alta demanda. Este espacio pretende ayudar a las que no encuentran en la maternidad un momento de felicidad, creatividad ni realización.


El doctor William Sears, precursor de la crianza con apego, define al bebé de alta demanda de la siguiente manera. Si como madre te sientes identificada, si tu hij@ responde a la mayoría de características, no hay duda, tienes a un altamente demandante en casa y esta página te interesa.

Características de un bebé de alta necesidad:

1. INTENSIDAD Estos bebés ponen más energía en todo lo que hacen: lloran muy alto, comen vorazmente, sonríen con gusto y protestan con más fuerza si sus necesidades no son cubiertas a su satisfacción.

2. HIPERACTIVO Relacionado con la intensidad arriba referida. Causa hipertonía muscular. Les va por ello muy bien el contacto físico, que les relaja.

3. ABSORBENTE ¿Sientes que tu bebé te "chupa" toda tu energía?

4. MAMA FRECUENTEMENTE Eso significa que hay días que dudas ¿me habré convertido en un chupete humano? o que puede llegar a mamar cada hora, o cada 20 minutos, o cada... nadie le dijo a este bebé que los bebés maman con regularidad.

5. DEMANDANTE Si sientes que nunca llegas lo suficientemente rápido junto a él, sus demanadas tienen un carácter de "urgencia" exagerada y a las 5 de la tarde todavía no te has podido duchar por atenderle.

6. DESPERTARES FRECUENTES Un bebé que necesita más de todo menos dormir. Se despierta cada hora, por la noche puede ser desesperante. Y como se te ocurra toser o estornudar allí estará con sus ojitos abiertos.

7. INSATISFECHO Lo has probado todo y nada funciona ¿seré una madre incompetente? No, estos bebés son así. Tendrás que jugar a prueba y error constantemente. Cuando atines con lo que le pasa, no te olvides de felicitarte.

8. IMPREDECIBLE Lo que ayer funcionaba hoy ya no sirve . Vuelve a leer el punto anterior y deja de pensar qué estás haciendo mal.

9. HIPERSENSIBLE Se excita con cualquier cosa. Están siempre en estado de alerta, ruidos normales les sobresaltan. Muy empáticos.

10. PIEL CON PIEL No les basta con que mamá esté cerca, quieren tocarla, así que quieren brazos, dormir con ella... extraen del entorno el máximo contacto físico posible.

11. NO SE CALMAN SOLOS No sólo necesitan ayuda para dormirse, como cualquier bebé; también la necesitan para seguir dormidos.

12. SENSIBLE A LA SEPARACIÓN La canción "Only you" es su tema favorito. Parecen vivir en una eterna fase de angustia de separación.


Si crees que tienes un hijo/a de alta demanda y quieres compartirlo con otros padres y madres, visita el foro de Bebés Alta Demanda.

Translate